Naoki Urasawa es, hoy por hoy, uno de los mejores mangakas en activo. No sólo nos dejó hace años una serie curiosa, que pudimos ver en versión anime por los canales autonómicos, sobre el mundo del judo (Yawara originalmente, Cinturó negre en nuestras tierras), sino que es el autor de dos de los mejores thrillers en manga que se han editado: Monster y 20th Century Boy.
Así que las expectativas por Pluto andaban muy altas. Y no decepciona Urasawa en esta obra. Como homenaje a otro de los más grandes mangakas de la historia, Osamu Tezuka, Urasawa se permite usar uno de sus personajes más conocidos, Astroboy, no como personaje principal, pero sí como coprotagonista de una trama que nos transporta a un futuro cercano donde los robots están integrados en nuestra sociedad casi sin distinción.
La polémica por la perfección de los robots es continua. Además, un conflicto de intereses estalla en Siria, donde al parecer empezó una guerra preventiva con la excusa de la presencia de robots con armas de destrucción masiva (¿les suena a algo?). Años más tarde, empiezan a morir los miembros de una comisión que inspeccionaron el país para ver si aquello era cierto. El encargado de investigar el caso es uno de los mejores robots policía del mundo y que, como iremos viendo, también oculta un secreto que él mismo desconoce.
Urasawa maneja la intriga como pocos, y sabe muy dosificar la tensión para tener al lector atrapado durante la lectura. Es capaz de emocionar y que sintamos tristeza hasta por la muerte de un chucho robot. En los cuatro primeros tomos que he leído hasta ahora (hay siete u ocho editados por el momento, creo), la tensión sigue creciendo y el misterio por los asesinatos va en aumento. Está claro que Urasawa se ha convertido por derecho propio en uno de esos autores imprescindibles que hay que seguir.
DE Josep Oliver
DE Josep Oliver
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